Como peces en el agua


5 de junio de 2012
Abandonamos Moalboal despidiéndonos de nuestras amigas, Maricel, Laila y Roxane.

Empieza el trajín de transportes, para llegar a Apo Island. Primero trycicle hasta el pueblo, aquí esperamos 20 minutos para montar en un autobús que nos lleva hasta Bato. Nuevo trycycle para acercarnos hasta Lilo- An, donde está ubicado el puerto, de aquí sale nuestro bote hasta Sibulan, en un trayecto no muy largo y agradable, viendo como nos acercamos a la isla de NEGROS. Al llegar al puerto, cogemos un jeepney, que nos traslada hasta Dumaguete city. Una nueva parada para volver a cambiar de transporte y de dirección, esta vez un nuevo trycicle y el destino Dumaguete bus station. Zamboanguita, debería haber sido el penúltimo destino del día, pero se convierte en el último. Al llegar a este pueblo, nos acercamos de nuevo hasta el puerto, para comprobar que el último bote a Apo island ha partido ya.

Decepcionados, viendo cómo vamos a perder un día en una ciudad en la que no hay nada que hacer.

Nos esmeramos por encontrar alojamiento, conseguimos un apartamento baratito, 500 pesos.
Todavía un poco decepcionados, por no haber llegado a tiempo de coger el bote, salimos a la calle para dar una vueltilla. De repente, vemos a un grupo de locales jugando al futbol. Es la primera vez en todo el tiempo que llevamos en las islas, que vemos a gente practicando este deporte, sin duda el baloncesto, arrolla de forma desmesurada a cualquier otro en este país.

Nos falta tiempo para acercarnos… somos invitados a jugar, no lo dudamos… la parte mala de perder el bote, es recompensada con un partidito de futbol, estamos encantados!!! Eso sí, acabamos reventados.
Las 7 de la mañana, ya estamos montados en el bote junto con 5 locales para ir hasta Apo, compartimos gastos porque es un bote privado, a nosotros nos sale unos 215 pesos el trayecto.
Apo es una islita que se extiende 1´5 km de norte a sur y tan solo 1 de de este a oeste. El punto más alto sobre el nivel del mar son 120 metros, donde se encuentra el faro.







Buscamos alojamiento en el Liberty´s lodge, el cual cuenta también con una escuela de buceo, Paul’s Diving. Conseguimos descuentos en el alojamiento y el buceo al hacerlo todo en el mismo sitio.
Liberty Lodge


Una habitación con vistas
Nuestro primer buceo nos fascina, por lo cual no dudamos en hacer el segundo el mismo día.


Aupa Athletic!! glup, glup

Coral ring snake... oh, oh! RUN!


Oh my budha! A turtle!

... y ole!

Este león tambien es del Athletic!
En este nos acompaña Leonore, australiana de Melbourne, lleva una cámara de fotos acuática, gracias a ella os podemos mostrar estas maravillas bajo el agua.
La vida aquí es muy tranquila y sosegada, la gente es amable y divertida, sobre todo Lee, Regis, María Pinky y Anali, trabajadores del hotel con los que pasamos buenos ratos.
Nos damos una vuelta para descubrir algunos escondites de esta isla minúscula. Los atardeceres eran mejores cada día.
Locales jugando al mayong



También compartimos charlas con Leonore y con Theo de Chicago. El segundo día buceamos los cuatro juntos…una vez más salimos maravillados, de nuevo gracias a Leonore, tenemos estos documentos gráficos.


Entre buceo y buceo, relax y concentración



El pez escorpión se mimetiza a la perfección


Nuestro querídisimo trigger fish (pez ballesta)

La tarde la pasamos haciendo snorkel junto con un grupo de tortugas, es realmente fascinante sumergirnos en su medio natural y comprobar cómo hacen la vida estos bichos.




Junto con nuestros amig@s Leonore y Theo, nos despedimos del grupo de locales con los que hemos compartido 3 noches. Un bote nos devuelve a Malapatai. Los cuatro vamos a coger otro bote, nosotros a Cebu y ellos a Tagbilaran.


Nuestra intención una vez mas es intentar coger otro barco directo hasta Manila, pero una vez más llegamos tarde. Hacemos noche en Cebu, donde la realidad es bastante diferente a lo vivido días atrás. Gente que duerme en las aceras, niñ@s pidiendo por la calle, buscavidas intentando sacar algo de los turistas. Nos decepciona lo que vemos, pero esta realidad existe en Filipinas también.
Compramos nuestros billetes a Manila, y presenciamos una pelea de gallos.



 Un estadio lleno de filipinos dispuestos a apostar sus pocas ganancias, viendo como estos animales, se mutilan unos a otros.
 -- Liberty Lodge --