10 de junio 2012
Nos cuesta abandonar CEBÚ, y no porque no quisiésemos.
Nuestro barco se retrasa más de cinco horas, las cuales aprovechamos a adelantar trabajo
del blog, ya que el puerto tiene WI-FI.
Una vez dentro nos dirigimos a nuestro camerino, todo un
lujo compartirlo con unas 300 personas más.
Desde la parte más alta del barco, vemos como unos
cuantos locales en barca, piden dinero desde sus pequeñas embarcaciones, no
dudan en tirarse al agua, incluso para buscar las monedas que la gente les
tira.
Aquí conocemos a Adrien de Hungría, pero con residencia
en Australia. Somos los tres únicos "casi blancos" del barco. Compartimos
desayunos, comidas y cenas.
También lo
hacemos con los locales, gente muy amable, simpática y risueña.
¿26 horas en un barco? Sí, esa fue la duración de nuestro
viaje Cebu-Manila, pero lo pasamos bien, y aquí queda reflejado, esperamos que os
guste.
Nos despedimos del barco y su gente, lo hemos pasado mejor que
bien.
MANILA nos espera, no tenemos claro a dónde dirigirnos, solo que mañana
temprano tendremos que marcharnos. Buscar hotel aquí no es fácil, cuando los
taxis, jeepneys y demás medios de transporte intentan timarte para cobrarte
demás. Decidimos pasar de ellos y buscar por nuestra cuenta. Encontramos lo que
buscamos en Mabini St.
A la mañana siguiente, autobus Manila-Angeles, desde aquí
de nuevo lucha con los jeepneys, para ir hasta Clark.
La anécdota graciosa para terminar Filipinas, la pone
Edu, cuando nos avisa que se ha confundido al coger los vuelos y en vez de
poner 13 de Junio, pusó 13 de Julio.
Se soluciona el problema y podemos volar los 4 juntos a Bangkok.
Proyecto Vivi descubre un fascinante país y solo podemos decir... "SALAMAT KAHAIO, PHILLIPINES", "guimingao ko nimo".
Se soluciona el problema y podemos volar los 4 juntos a Bangkok.
Proyecto Vivi descubre un fascinante país y solo podemos decir... "SALAMAT KAHAIO, PHILLIPINES", "guimingao ko nimo".
"No llores porque ya se terminó...sonríe, porque sucedió."
-- Gabriel García Marquez --
